Srta. Cecilia Mata Sánchez



“Es un privilegio, tocar a la madre, sentirla de cerca, vestir a la Virgen marinera es algo muy grande”. Mata, católica y fiel creyente de la virgen, amable y agradecida señora de cabello blanco con voz jovial, viste a la Patrona desde antes de la muerte de su madre, de quien heredó la labor cuando enfermó. Pero es desde el año 1991 cuando Monseñor César Ramón Ortega, obispo de la Diócesis de Margarita, para aquel entonces, la nombra oficialmente camarera de Nuestra Señora del Valle.

Fuente. Sol de Margarita.

«TESTIMONIO DE AMOR POR LA VIRGEN, HASTA SU ÚLTIMO SEGUNDO DE VIDA»

Cecilita, como cariñosamente se dio a conocer, fue un ser especial que a través de su don y alto compromiso, porque en sus detalles, la elegancia y pulcritud en la vestimenta, adornos y arreglos florales a nuestra virgen, tenían que expresarse los símbolos de humildad, amor, esperanza y sobre todo, el don majestuosa como madre de cristo Jesús. Su cercanía emocional con la virgen del valle, la llevó a interpretar momentos que trascendieron en situaciones reales, en especial, el de la vaguada de 1999.

Una misión cumplida fielmente hasta el 3 de julio de 2023, cuando dejó de existir. una tarea sin horarios para una mujer decidida, disciplinada, detallista, tenaz y comprometida. Así fue «cecilita», una fiel semblanza del arraigo demostrado durante 32 años, cubriendo con tejidos de fe y encajes de esperanza a la virgen del valle.